Chámalle X

Quedé con ella casi por inercia, porque sabía que iba a entenderme.
Entre calada y calada a un pitillo de liar le fui contando mi vida.
Ella me escuchaba y me daba su opinión que no difería para nada de la mía.
Fuimos a su casa y tomamos roscón, me enseñó sus discos de Artic Monkeys y Blur y a lo que se solía dedicar en la clase de volumen.
Depués hicimos una fogata con piñas y picos y seguimos hablando.
Con el paso del tiempo el sol se fue poniendo en el horizonte coloreando todo de un naranja especial, de un naranja verano.
Al volver a su casa por el camino, con todas esas hojas y arbustos y el sol poníendose cada vez más, viendo como incidía en su pelo y cómo su pelo parecía pelirrojo, me sentí parte de algo.
Una película, una canción o un instante.
Gracias.