Aquel día se torció todo.
Todo empezó cuando acabé de beber mis 3 botellines de Bacardi.
Notaba los efectos del acohol en mi cuerpo, pronto empezaría a desvariar y a decirle a todo el mundo que le quería.
Entré alli como tantas otras veces, pero solo buscaba a una persona concreta que no encontraba.
Las horas pasaban y la persona no aparecía.
Mis amigas no estaban, y yo la verdad es que tampoco.
Llegó alguien. Me abrazó. Empezó a decirme que me quería, que no podía vivir sin mi y que era la tía más guapa que había conocido en su vida, que me quería más que a su ex con la que habia estado 3 años.
Le entendía perfectamente, pero no compartía lo que sentía. Quería salir de ahí. No quería escuchar como un tío me decía que me quería mientras mi cabecita loca daba vueltas y pensaba en 3 personas a la vez. Era superior a mi y a cualquiera.