13.6.11

Eran las 11 de la noche y habían quedado de verdad, no era un intento fallido que se quedaba en una negativa a última hora. Era real. Yo estaba allí y el también.
Él era la misma persona de siempre, con su pelo y sus ojos azules.
Hablamos de esto y de aquello mientras me fumaba un cigarro.
Alguna que otra revelación impactante, otra, y otra.
Un coche, unos tipos que se ponen a hacer pis en el río, las estrellas y el ruido del agua.
El y yo. Nosotros.

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